—¿De qué estás hablando?. —comencé a preocuparme cuando menciona a Estrella. —¡¡Habla!!.

—Bueno, casualmente me encontré con ella y claro que reconocí el aroma de un Corwin en una mujer. Así que decidí dale un ligero empujón, es una lastima que se haya quedado en el mundo de los muertos.

Las venas en mis brazos resaltan al intentar contener mi rabia.

—No te dejes engañar, solo te está provocando. Ella está bien.

—Por ahora. —Aquellas palabras que más bien sonaron a una advertencia, fueron suficientes para que me convirtiera y acabar con el sin perder el tiempo. —Va morir… y no sabes como lo voy a disfrutar.

<ESTRELLA>

Creo que había cometido un error, dejé entrar a mi vida, algo maligno que solamente me usó para descargar su odio contra los demás, vi co