Miguel antes de irse detuvo a Salvador con una discreta amenaza:
—Pero ¿qué pasa? ¿El señor Ramos planea acaso vengarse?
Salvador Ramos se puso lívido, por supuesto que lo había considerado. Pero respondió:
—Ya el Maestro de la Puerta Sagrada ha hablado, por solo eso no me atreveré.
—Eso está ento