—Sí, Juan ya se ha convertido en el asesor personal de la señorita Álvarez. Mañana va a trabajar en la empresa Álvarez —explicó Rosendo.
Al escuchar sus explicaciones, Pedro se dio una palmada en la frente.
Casi se desmayó en el acto e incluso vio las estrellas.
¡Qué despistado era! ¡Debería haber