En la habitación al lado, el servidor puso a Ana en la cama de la habitación.
Al querer salir rápidamente, alguien le abrazó de manera fuerte de espaldas.
—Venga, guapo… No te vayas...
El servidor se dio la vuelta y encontró un encanto especial en la cara envejecida de esta vieja.
Aunque era un homb