—¿Cómo es posible que esa simple secretaria llegue en un auto así? —Había dicho una de las chicas de finanzas al platicar con la recepcionista.
—Es la secretaria del señor William… ¿Qué esperabas? Es joven y de seguro se presta a cualquier perversión del inválido ese… —respondió la recepcionista co