Esmeralda, desesperada, va al día siguiente a la oficina del abogado de Don Dimarco, en compañía de su tía y de Braulio.
_¡Usted tiene que ayudarme! Estoy desesperada_ Le dice Esmeralda al abogado.
_Lo sé, ya Braulio me dijo todo por teléfono, ahora mismo me pondré al tanto del caso_ Le responde él.
_Estoy segura que esto es una trampa de Lino y su tía para despojar a mi sobrina de la parte de la herencia_ Le dice Carlota.
_En caso que sea así, podemos levantar una demanda por injuria y calumnia_ Contesta él.
_¡Claro que es así! Todo esto no es más que una farsa_Dice furiosa Fiorela.
_¿Abogado? La señora Esmeralda es inocente, estoy seguro_ Agrega Braulio.
_Yo también lo sé, por eso haré todo lo que esté en mis manos para defenderla.
Esmeralda no quería regresar a la mansión, estaba muy cansada por todo lo que estaba ocurriendo.
Le dolía mucho la actitud de Lino, sus palabras ofensivas se repetían una y otra vez en su mente.
_No hija, no vamos a permitir que esos se salgan