-Buen día mi amor…- ronroneó la castaña, hundida en el pecho desnudo de su amado.
-Buen día princesa ¿Dormiste bien?- preguntó presando su frente.
-Si…muy bien- sonrió.
Desde que se habían declarado su amor y ya no tenían que ocultarlo al mundo, comenzaron a compartir un cuarto, ni el antiguo suyo ni el de soltero de Ivan. Sino otro, mucho más grande y con una hermosa vista a la gran entrada de la mansión.
-Me alegro princesa- exclamó deslizándose fuera de la cama para comenzar a prepararse para su día- Hoy tengo muchas reuniones, no voy a poder estar contigo-hizo un puchero.
-Déjame acompañarte- susurró Clara, estirando sus brazos fuera de las sábanas.
-Sabes que no quiero que te involucres en los negocios de mi familia-dijo con suavidad, acercándose a la cama besando sus manos- Es peligroso, jamás me perdonaría si…
-Está bien- exclamó ella, sonriendo con tristeza- Sabes que yo también me preocupo cada vez que te vas, a veces…- se sentó en la cama, con sus cabellos enmarañados y la p