Ava DeCostello
Miami
–Ava, mi amor, tengo un poco de sueño todavía – Dijo quitándose el pantalón y la camisa que traía, y acostándose en la gran cama.
–Claro que sí mi amor, no te preocupes, vamos a descansar un rato.
–Déjame dormir por lo menos dos horas más, mi amor, Ava, siento que no he dormido nada – Enseguida cerró los ojos.
Cuándo Eryx, ya se había dormido, di un recorrido por la suite matrimonial, estaba segura que íbamos a permanecer más tiempo en la habitación que en la playa, aquí lo teníamos todo. Luego me fui un rato a la terraza dónde estaba la mini alberca y me dieron muchas ganas de meterme en ella pero mejor iba a esperar a que mi esposo despertara para hacerlo los dos.
Me había dicho que solo lo dejara dormir un par de horas porque quería ir a recorrer la plaza que se encontraba dentro del hotel. Cambié la ropa que traía y me puse el traje de baño este era en color blanco, qué me habían obsequiado Ary y Janice, para este día en especial.
Me acosté al lado de Eryx y