111: Lo mejor de mí.
Ámbar.
—¿Ámbar? ¿Quién es…?
Elian me aprieta con fuerza después de sentir cómo se acomoda el pantalón, y luego de darle un beso a mi hombro, se levanta, con cautela.
—No soy un extraño. —Escucho que le dice—. Amo a tu hermana más que a mi propia vida.
Y aquellas palabras hacen que finalmente tome las fuerzas para sentarme en la camilla, acomodando mi bata, para ver los ojos de Adrián; aunque con los latidos de mi corazón aun causando estragos por imaginar que fuese otra persona.
—Te prometo que voy a explicarte todo, pero déjame…
—Está bien… —Adrián me interrumpe y mete sus manos en los bolsillos aunque viéndose entre perdido y asombrado—. Sebastian está fuera, yo… voy a decirle que estás durmiendo, creo, y veré cómo puedo alejarlo para…
—Tranquilo, Adrián. —Elian le da una leve sonrisa—. Gracias.
Mi hermano me da una última mirada, intensa, antes de perderse fuera y cerrar la puerta.
Suelto un exhalo. Mi hombre se acerca y toma mis manos para besarlas una y otra vez, al igual que mi