CAPÍTULO 46: TENGO QUE IRME
Unas horas antes…
—Por favor, dese prisa, tengo que llegar a casa pronto.
El taxista asiente y se pone en marcha a toda la velocidad que las leyes de tránsito le permiten. Es muy temprano, pero mi hija suele despertarse a estas horas, no es de las que duermen hasta las once de la mañana.
Mi celular se quedó sin batería alrededor de las cuatro de la mañana. Olvidé ponerlo a cargar y ahora está realmente muerto, por eso mi preocupación es mil veces mayor.
Cuando por fin el taxi llega a mi destino, me bajo a toda prisa y después de pagar, salgo corriendo hacia la casa. Abro la puerta con cuidado y entro despacio esperando que ella siga dormida y nadie se haya dado cuenta de mi ausencia.
No obstante, en la sala ya me estaba esperando, y no solo ella, Landon la acompaña.
—Landon, ¿qué haces aquí? —pregunto.
—¡Mami! —Sofía sale corriendo y me abraza con fuerza—. Mamá ¿dónde estabas?
—Tuve que salir hijita, ¿tú llamaste a Landon?
Sofía asiente con animosidad.
—Sí,