CAPÍTULIO 33: VOLVERLA A VER
Maxwell
No tenía ganas de venir a esta aburrida conferencia, pero mi abuelo insistió. Me costó trabajo desperezarme después de la nochecita que tuve. Y fue muy incómodo encontrarme con Clara en la mañana teniendo que pretender que nada había pasado.
Sin embargo, no esperaba que a la media hora de estar en el lobby esperando que dieran el pase para el auditorio de la primera conferencia, la viese a ella.
Al principio no la reconocí, pero me llamaron la atención sus esbeltas piernas, ese trasero firme y redondo y una cinturita de avispa que contrastaba con unos pechos perfectos. Estaba metida en un traje ceñido, pero recatado y se veía tan profesional que me quedé embelesado con semejante belleza. Mas, en el momento en que volteó hacia mi dirección y reconocí ese rostro de ángel, supe que había vuelto.
Era Hannah, y las dudas se me disiparon cuando leí su nombre en el carnet que colgaba de su cuello. ¿Qué estaba haciendo aquí? No lo sé, lo que sí sabía er