— ¡Henry! - gritó asustada y horrorizada, sin pensarlo ni un segundo, tirándose a la piscina para rescatar a un Henry que no reaccionaría y se ahogaría en pocos minutos.
— Creo que es verdad que está completamente enloquecido— dijo uno de los jóvenes, mirando al fondo de la piscina, ahora sí, un poco preocupado, pero muy parado en su sitio.
— Más que loco, porque hasta los locos saben nadar— le respondió otro mirando divertido cómo la pobre Eva luchaba en el agua por sacar a Henry a flote.
— ¡Están dementes ustedes, cómo van a empujarlo a la piscina! - les gritó Alejandra alterada, llamando a su vez a cualquiera de personal o los guardias que estuviesen cerca, para que la ayudaran a rescatar a Henry, su padre iba a enloquecer.
— Nadie lo empujó Alejandra, o acaso tus ojos no vieron que fue la doncella quien tropezó en su caída, deberían contratar a personas sin tantas discapacidades, a quién se le ocurre— le respondió muy tranquila la pelinegra.
— Chicos, creo que se les fue un poco l