MINA
―Te juro que si traicionas a mi hermano… ―Tenía el pecho hinchado de rabia. ¿Cómo podía Viktor acceder a los planes de este hombre? ¡Era el puto hijo de jeque!
Viktor había aceptado el plan de Zayn, y aunque estaba seguro de que la ambición del príncipe era más grande que el amor que le pudiera tener a su padre, yo no estaba del todo convencida. Mientras el momento llegaba, revisaba la nariz del príncipe como si fuera doctora y le daba medicamentos para el dolor.
―¿Qué harás? ¿Me secuestrarás como hizo él y me mantendrás el resto de mi vida amarrado a una cama? ―preguntó Zayn y una pizca de lujuria brilló en sus ojos y migró hacia su sonrisa―. Suena tentador.
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