La tensión en las instalaciones comienzan a fluctuarse con mucha intensidad, guardias corren de un lado a otro mientras escoltan a Alfred a la oficina del presidente, no queda dudas de que este fue la persona que estuvo involucrada en la fuga de Kemal.
—Déjennos solos, —pide al jefe de seguridad el cual asiente y se retira de la oficina—Esperaba esto de cualquier persona, menos de ti, Alfred, —murmura.
—Ya tienes todo lo que necesitas ¿Por qué quieres retenerlo? —cuestiona.
—Asesino a mi hijo, —le recuerda.
—Fue un accidente y te recuerdo que también es tu hijo, no puedes tenerlo recluido, le dañaste su vida…
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