[ARI]

Este día ha sido muy largo. Quiero que todo termine, ir a dormir y despertar mañana con la sorpresa de que todo esto fue una pesadilla. Así como cuando lo olvidé todo hace años.

Quizá vivir en la ignorancia no era tan malo.

Una vez frente a mi puerta, me vuelvo a secar las lágrimas. Quiero tomar toda la paciencia del mundo antes de entrar a ese lugar, para no matar a la mujer allá dentro. Seguro ella sabía todo. ¡Claro! Elena siempre ha sido una Rávena más joven. No me sorprendería que solo fingiera cambiar para engañarme, hacerme creer que al fin podíamos llevarnos bien y así pasarle información a Rávena de todo lo que yo hacía cada día.

Sin embargo, ni siquiera pude, no tuve tiempo de hacer nada o de reclamar algo a esa traidora, puesto que una voz masculina dentro del apartamento hizo que mis ideas se escaparan.

—¡No te mentí, Chad!

¿Chad?

—¡Me dijiste que Ari estaba embarazada!

—Porque si no lo decía, y decía que era yo, no ibas a venir. Ya ni siquiera importa, no lo estoy.