Capítulo 43. Comisaría
[CONTINUACIÓN]
Quizá fui demasiado dura con ella creyendo que la única que la pasaba mal aquí era yo, cuando en realidad no. Supongo que debía ver más allá de mis propios sentimientos. Quizá sus acciones eran su forma de pedir atención, de pedir ayuda… de decir auxilio.
—¿Qué vas a hacer? —Preguntó Difer, doblando sus labios —. Está demasiado dopada como para usar la cadena para perro.
—¿Es ella? —Inquirió Dante, llegando a nuestro lado.
—Esa es la loca —fue la respuesta de mi mejor amiga.
Mientras ella le explicaba a Dante la situación, yo medité una manera segura para sacarla de ese sitio, y no fue nada sencillo.
—Entonces… ¿Estuvo con dos de tus novios, pero aún así estás aquí tratando de salvarla? —Dante otra vez.
Asentí, prestando poca atención.
—En realidad con uno nunca pasó nada —aclaré.
Y que bueno, porque Jake era un idiota.
—Yo digo que la tomemos del cabello y la saquemos por la fuerza.
—¡Policía! —gritaron atrás, y supe que estábamos en problemas.
Esto era algo que no esp