[ARI]

Una vez en la estación de Massachusetts llamo a Difer para saber si ya está cerca. Al parecer tuvo un percance.

—Estoy a media cuadra, pero hay tráfico —informa un poco desesperada al contestar.

—De acuerdo, puedo esperar.

—Lo siento, Ari.

—Tranquila. Estoy bien. Te esperaré cerca de donde está la señora del puesto de los periódicos…

—¿Enfrente del sujeto que canta Jazz?.

—Ah… —lo encuentro entre la gente y asiento —. Sip.

—Bien. Llegaré en un par de minutos.

Corta la llamada.

Por un minuto vuelvo a la misma conversación que se reproduce en mi mente a cada instante. Papá pensando en el divorcio. De solo imaginar la reacción de Rávena se me engrifa la piel.

Siento una mano posarse en mi hombro y me doy la vuelta un poco asustada, pero me siento aliviada al ver que se trata de Difer y de… ¿Dante?. Pero lo que más me sorprende es la calamitosa apariencia de ambos.

¿Y por qué están llenos de pintura?

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—Entonces así fue —termina ella, mirando acusatoriamente al apuesto sujeto que la