Sofia estaba al borde del colapso, no era posible que de un momento a otro estuviera a punto de perder todo por lo que trabajo, todo lo que siempre deseo y logro conseguir… no, ¡NO! no quería aceptar que ese fuera el final si se supone que busco obtener la vida perfecta de esa estúpida y al conseguirla viviría feliz por siempre y sin tener que preocuparse por el dinero, no entendía ¿por qué le pasaba a ella?
- Mamá… mamá…
- ¿Eh? ¿qué quieres Aaron? – menciono al ver que su hijo la sacó de sus pensamientos.
- ¿Es verdad lo que me comento papá?
- ¿Qué cosa?
- Sobre el hecho de que nos mudaremos a una casa común y corriente.
- … - Sofia apretó los puños al recordar esa llamada telefónica.
- ¡No! me niego a abandonar este lugar – dijo ella frunciendo el ceño – ¡esta es mi casa! no me puede sacar.
- Pero…
- ¿Dónde está ese estúpido de Javier? ya mismo le diré que no tiene sentido lo que está haciendo.
- ¿Cómo lo harás cambiar de parecer?
- Buscare como convencerlo porque no me puede hacer