Pandora:
Durante el viaje a la chacra de sus padres, me detuve varias veces para dar la vuelta y volver a mi zona de confort. Pero alguna extraña fuerza me impulsaba a seguir. Hasta que, casi sin darme cuenta, estaba en la puerta.Oficiando de una especie de portero estaba Joaquín, su padre.− Pandora, tesoro. Que agradable sorpresa. Ramiro morirá de felicidad cuando te vea - Dijo mientras me estrujaba en un afectuoso abrazo, como era su costumbre.− Joaquín, siempre es un placer verte.− Mi vida, entra y búscalo, yo tengo que quedarme por aquíSin mediar más palabras, entré. Había mucha gente, muchísima en realidad. Pero lo pude divisar a lo lejos. Hablaba amablemente con Saúl. Decidí no interrumpir. Así que me escabullí hasta la cocina, donde me encontré con su madre.Quien sonr