Violeta no para de pensar en Nolan, en el peso de su cuerpo sobre el suyo, en su respiraciĂłn y su aliento, en la idea de sentir sus labios y en cĂłmo su cuerpo reaccionaba frente a Ă©l. Todo aquello era nuevo para ella, aunque buscaba enfocarse en otras cosas, todo parecĂa llevarla a ese momento junto a Ă©l, en la habitaciĂłn.
A ratos vuelve a la realidad, cuando la pequeña Samantha le pide que lea un cuento para ella y la chica la complace. Violeta era excelente en el oficio de ser una experta cuentacuentos, no sĂłlo leĂa la historia sino que la interpretaba y la niña se sentĂa tan envuelta en su magia que terminaba creyendo que eran historias reales.Antes de que aquel accidente cambiara su dinámica de vida, Violeta acababa de cumplir con su cuarto semestre de literatura en la universidad; pero al perder su empleo anterior como ayudante de cocina, lo cual era su segunda pasiĂłn, tuvo que perder su quinto semestre. Por eso ansiaba aquel empleo en el restaurante, no sĂłlo ganar