06 - Tengo una reunión importante.
— ¿Vives aquí? — preguntó con notoria sorpresa el ceo, al ver el lugar donde ella dormía por las noches —. Parece un lugar muy peligroso.
— No es peligroso, o al menos, yo ya me he acostumbrado — musitó, mientras subía los peldaños de la entrada. Se volteó y encontró de lleno con el pecho de su jefe, en el cual tuvo que colocar ambas manos, para sostenerse —. Lo siento, no tienes que…
— Me aseguraré de que llegues bien.
— Ya he llegado — susurró ella.
— A tu piso — respondió. En ese momento, uno de sus hombres, estacionaba un auto muy bonito, frente a su piso —. Ese es tu coche.
— De la empresa — corrigió ella. Él solo sonrió y asintió. Aunque era una sonrisa que solo ella pudo percibir, pues no acostumbraba a mostrar ese tipo de gestos a nadie.
Enzo nunca antes se había preocupado por ninguno de sus empleados, pero esta mujercita, había despertado su interés desde el primer momento en que cruzó la puerta de su despacho e inhalo, su dulce aroma a vainilla. Porque sí, olía a vain