Lanzo al suelo a Jackson, quien cae y alcanza a enderezar la espalda para que su cabeza no se golpee con el filo de la pared del pasillo. Él me mira enfurecido, pero cuando se levanta no hace intento de golpearme.
—¡¿Qué está pasando?! —pregunta una mujer saliendo de una habitación, la cual no es l