En menos de una hora, Madeleine había conocido a todo el personal de la amplia casa, eran un grupo de personas que se vieron sometidas a un riguroso proceso de selección, al fin y al cabo, estarían trabajando para uno de los hombres más poderosos del país y conviviendo muy cerca de su familia, así que la minuciosa inspección de antecedentes era poca cosa para Renán Viteri.
Para el momento del almuerzo fueron llegando Alberto y Kelsey; Román y Sienna; Paula Daniela con Víctor Hugo y Ana Gabriela; también Randy Viteri, acompañado de su padre don Amadeo y de sus tíos Aurelio y Américo.
Todos demostrando alegría por la total recuperación de Madeleine, quien los recibió con una amplia sonrisa y repartiendo abrazos de agradecimiento, Renán la observaba y no podía sentirse más complacido, de pronto escuchó la voz de Deyanira:
<