Una vez resuelta la situación de los negocios de Cristóbal Viteri, lo cual les llevó una semana, los cuatrillizos emprendieron el regreso a la casa del lago, iban muy satisfechos, porque después de una intensa tormenta de ideas entre los hermanos, pudieron proponer varias opciones que les permitían a todos adquirir una parte del gran imperio creado por su padre.
El finiquito de los negocios estaría a cargo de los hermanos Russino; Laureano, Rocco y Antonio habían sido siempre los más fieles colaboradores de Américo Viteri; eran muy respetados y cualquier cosa que dispusieran en nombre de los cuatrillizos sería aceptada sin problemas.
Antonio era el mayor y el cerebro de todo lo que emprendían, aunque sus hermanos no se quedaban atrás ya que luego de cada adquisición de algún negocio, él se los distribuía y ellos se encargaban de mantenerlo funcionando y en mu