77. Sentencia
La sangre sale de la boca de Virginia como cascada una vez trata de levantarse apoyada en sus antebrazos.
Clara la agarra del pelo para alzarle el rostro.
—No sabes lo tan gustosa que me hará destruirte —Clara también tiene el labio partido y lleno de sangre, y su rostro tiene ligeras manchas de sangre causadas por los trozos de vidrio. Aún así, prosigue aumentando la presión de su agarre—, pero no voy a matarte —Clara se acerca a su rostro—, vivirás con la lástima de saber que si vives ahora por mí es gracia a que yo te estoy dejando vivir. Y lo harás no en una cárcel, sino en un maldito manicomio.
—¿Y piensas que voy a dejar que tengas a Naia como tu hija? Si no me matas tú te mato yo —Virginia vuelve a escupir el fluido rojo hacia el suelo—, y no querrás saber de lo que soy capaz.
—Ya sé lo que eres capaz de hacer. Eres tú quien no me conoce a mí —y Clara azota su rostro a la mesa con fuerza. Cuando le vuelve a subir la cara la nariz de Virginia tiene un torrente de sangre—, no me q