En la tarde sacamos a pasear a Skay al parque, lo necesitaba, hacía tiempo que no lo sacaban a pasear y nos demostró lo mucho que lo echaba de menos cuando llegamos y se puso a corretear como una loca.
Harry le lanzó una pelotita para que jugara mientras nos sentamos en uno de los bancos. Coloqué una de mis piernas sobre la suya y apoyé mi barbilla sobre su hombro procurando igualmente no hacerle daño.Estuvimos conversando mientras lo tenía muy cerca, se había arreglado la barba esta mañana y la había reducido, volvía a ser el Harry que yo recordaba. Desde que lo conocía estaba descubriendo nuevos y agradables sentimientos de los que nunca quisiera desprenderme.Mientras charlábamos conseguía hacerme reír.— ¿Ves ese árbol de allí? — le mostré con el dedo— fue allí donde me quedaba a observaros y tomaba fotos para verlas después.— Te enamoraste de mi físico sin antes conocerme— me encongí de hombros.— No sé por qué, he conocido a muchos hombres atractivos