Montse durmió en todo el vuelo, y durante el camino a casa en el auto no dijo nada, se que está nerviosa, ella quería preguntarme algo antes de que llegara Jessica, cuando nos montamos al avión le pregunté que me iba a decir y me dijo que hablaríamos después, pero estoy casi seguro que no es algo bueno y si a eso le sumamos que escucho que Camila la odia no es para menos.
Al llegar a casa, trato de tranquilizarla, cuando abro la puerta los niños se nos tiran encima para abrazarnos y darnos besos, yo feliz de ver a mis hijos y por lo que veo a Montse también le agrada este recibimiento.
—¿Cómo se portaron? —les preguntó cariñosamente.
—De maravilla —dice Thiago.
—Si hasta nos encargamos de los bebés. —dice Vale
—¿Dónde está