CAPITULO 20
Manolo llega furioso a su casa, a su escondite, ese lugar seguro de todos menos de sus pensamientos.
Uno de los Beta que envió su madre para preguntarle si va a comer algo, es quein termina pagando los platos rotos de esta situación.
— Señor su madre me pide que debe comer algo — dice agachando la cabeza como muestra de respeto.
—¡Que no quiero!— Manolo en un ataque de celos, lo agarra a golpes.
El hombre no puede defenderse, solo hace ruidos como cualquier perro lastimado mientras su Alfa lo lástima con toda la rabia, golpes y puños algo que nunca se había visto en Manolo.
Henry es quien llega con Carolina y le piden que se calme mientras abren los ojos asustados de esta situación.
— ¡Déjenme en paz!— grita Manolo mientras observa en el suelo a alguien de su manada golpeado.
Se supone que el debe protegerlos, que el debería ser el lugar seguro para ellos y lo que ha hecho es avalado por el concejo, por la misma manada pues era un beta que necesita un correctivo, pero no p