Marca su número.
“¿Bueno?”
No es la voz de Declan.
—Amy —pronuncia, aliviada también—, soy yo.
“Maylene, gracias por llamar. Declan está en la habitación de mamá y dejó el teléfono. De seguro ya regresa porque se fue hace media hora.”
—¿Cómo sigue la señora Ellison?
“Todavía no despierta” la decepci