Cuando Sam se interpone para que Declan no rodee el carro mientras Maylene, aún indecisa, se detiene en la puerta del copiloto con el rostro de Hayley en su cuello, un gruñido amenazante sale de su exesposo.
—Quítate —demanda Declan. Fuerte. Grave.
Hannah, tomando a Maylene por sorpresa, rodea el