Era domingo, pero no era cualquier domingo, era el domingo once de diciembre, Esther dormía en el sofá con la televisión encendida.
Angélica, acompañada por Ana, Laura, Omar, y Moira entraron al vivero silenciosamente, Moira llevaba un pastel de chocolate en sus manos.,
Al verla dormida fueron aún más cuidadosos, Omar fue hacia el toca discos y puso un disco. Levantando el pulgar les indicó que todo estaba correcto.
Moira acomodó el pastel en la mesa, Ana fue al refrigerador y trajo una bebida que Ang&eac