Capítulo 1

Santiago es el hombre perfecto que muchas mujeres desearían tener a su lado, no solo es el heredero de la fortuna Brie, una de las familias más importantes de la ciudad, además es el CEO de uno de los imperios económicos bancarios más importantes del país. Es apuesto, tiene un gran intelecto que pocas veces puede compartir con otras personas pues siente que ninguno llega a su mismo nivel intelectual, es astuto y sabe que es uno de los solteros más codiciados de la ciudad. Su ego no le permite ver más allá de su altura, quiere lo mejor y cree que lo merece.

Tiene dos años de un noviazgo estable con Cecilia García, ella es la hija de uno de los empresarios más queridos y apreciados de la ciudad, Peter García, además viejo amigo de su difunto padre quien le ha Sido de gran apoyo en un mundo lleno de mentiras e inseguridades que quiso envolverlo cuando era muy joven.

Cecilia es la mujer perfecta, no sólo viene de una buena familia, es querida por todo su círculo social y además de ser hermosa es inteligente, tiene una alta etiqueta; en pocas palabras, es la mujer ideal que cualquier hombre desearía para tener a su lado, la ve como ese trofeo que todos deseaban pero el ganó, en el fondo siente que la ama, pero no sabe con exactitud cómo se siente al estar enamorado, pues ese sentimiento no ha llegado a su corazón de hielo.

Es un día muy importante para la familia García, la hermana menor de Cecilia, y su adoración completa, Tatiana, acaba de graduarse de la preparatoria.

Las dos son hermanas y solo se llevan un par de años, Cecilia tiene veintitrés mientras que Tatiana acaba de cumplir dieciocho, pero las dos tienen una diferencia abismal en medio de su vida.

Mientras Cecilia es segura de sí misma, coqueta y bastante popular, la vida a Tatiana no le ha sonreído para bien. Cuando era pequeña estaba con su madre en el automóvil familiar, aún recuerda que ese día llovía y ella jugaba con el vapor de las ventanas a dibujar corazones y escribir los nombres de su familia, de un momento a otro ese mismo feliz de niña se quebró, su madre tuvo un aparatoso accidente que mató a su madre y la dejo a ella con una terrible cicatriz en su mejilla derecha; desde ese momento para ella murió su belleza. Su padre intentó que los médicos la operaran, pero ella se cansó de sentir dolor, de los exámenes y miradas de los doctores ella lo único que quería era morirse

La depresión se volvió parte de su vida como una enfermedad que no quería desaparecer, la soledad era su otra compañía, debajo de sus sacos anchos, su cabello sobre la cara no encontraría consuelo a ese día que se repetía noche tras noche en su cabeza causándole las peores pesadillas, bajo su cabello esconde la cicatriz. Desea la vida normal de una adolescente pero debe conformarse con mirar a su hermana perfecta y vivir a través de ella lo que quizás nunca experimentara.

Cecilia se volvió casi en su madre, se preocupa por ella y se puede decir que es su adoración, todos saben el cariño y sacrificio de la hermana mayor a la que idealizan como la mujer abnegada que tuvo que ocupar a muy temprana edad el lugar de su mamá. Ella misma se encarga de organizar la fiesta de su hermana para que todo sea perfecto en ese día especial.

—¿Vas a venir? —le pregunta Cecilia a su prometido aunque sabe la repuesta, no cuenta con él en estos momentos, siempre le informa que debe trabajar o viajar y ésta no es la excepción.

—Lo siento, estoy muy ocupado, no creo que pueda ir a la fiesta de Tatiana —dice Santiago mientras cuelga el teléfono para besar los labios de Diana, su sensual secretaria que se sube a arcadas encima de él.

Cecilia quiere terminar la relación, para ella Santiago no es el hombre con el que espera compartir su vida, además desde hace un tiempo está saliendo con un hombre que le hace sentir cosas hermosas donde no existen las clases sociales ni el dinero.

Carlos Brie es el primo humilde de Santiago, es un hombre que no tuvo la suerte de su primo pues su padre fue excluido del testamento de los Brie dejándolos con casi nada de la herencia, el aprendió a trabajar desde muy joven y su visión de la vida es bastante diferente a la de Santiago que tuvo todo en bandeja de plata, esa perspectiva de la vida hace que Cecilia se sienta atraída hacia él más de lo que quiere o puede admitir.

Santiago tiene una aventura sexual con su secretaria, no ha tenido relaciones con Cecilia pues quiere que ella llegue virgen al matrimonio, es algo machista con la idea de tener a una mujer sumisa a su lado que le sirva de compañía.

El padre de las hermanas lo llama y le pide que asista:

—Quiero que ésta noche sea formal tu compromiso con Cecilia, están todas las personas más importantes y creo que debemos elegir la fecha de la boda —le pide Peter que tiene preparado todo para finiquitar el destino de una de sus hijas más queridas.

Santiago accede, ha esperado poder elegir la fecha de la boda durante mucho tiempo y si Peter ha decidido que es el momento él sabe que es así, confía ciegamente en las decisiones de su tutor y amigo.

Llega a la fiesta, todos se acercan para saludarlo, él está acostumbrado a que lo rodeen y lo veneren no le importa si es por conveniencia, es más que consciente que nadie se le acerca por cariño, sólo por interés. Peter le da un abrazo fraternal como siempre, él es más que bienvenido en su hogar.

—Vamos a hacer el anuncio, busca a Cecilia que está dentro de la casa —le pide el hombre mientras sigue atendiendo a los invitados.

Santiago sube a la planta principal, antes de llegar a la habitación de su prometida escucha un ruido que le llama la atención que proviene de la habitación de Tatiana, se acerca un poco al verla abierta, entra a la habitación y se esconde en el pequeño pasillo, lo que ve lo hace blanquear los ojos.

Tatiana con su vestido enrollado en la cintura, sin pantaletas moviéndose sobre una almohada.

—Así... Así —susurra mientras mantiene los ojos cerrados y se agarra el cabello mordiendo su labio.

Él nunca la había visto de esa manera, nunca la consideró atractiva y parecía ser el fantasma de la casa, nadie notaba su presencia que estaba condenada a ser opacada por la gran personalidad de Cecilia, sin embargo observa por primera vez una faceta nueva en ella, una sensual que lo logra excitar al punto de masajear su virilidad sobre el pantalón, sorprendido escucha quien es el dueño de esa fantasía que la hace moverse deseando que sea realidad

—Así… Así, Santiago —susurra Tatiana, dejando completamente helado a su cuñado. Santiago no esperaba que ella fuera una mujer tan sensual y que el fuera el dueño de ese deseo que parece interminable.

Un gran suspiro después de eso se escucha en la garganta de la chica, que cae rendida en la cama con sus piernas temblando después de un orgasmo que ella misma provocó con sus fantasías.

Él sale de la habitación con sutileza, sonríe burlón y con el ego por encima de sus estándares normales, le agrada saber que provoca deseo y pasión en una mujer, pero para él, Tatiana simplemente es el Fantasma de la casa García.

Entra a la habitación de su novia para llamarla al salón y elegir una fecha cercana a la vida, está más emocionado de lo que puede creer, cuando abre la puerta un fuerte golpe llega a su cabeza al ver a Cecilia besándose con el perdedor de su primo Carlos.

—¡¿Qué pasa aquí?! —grita lanzándose hacia su primo y dándole un fuerte golpe que lo deja en el suelo.

Cecilia se acerca para ayudarlo, sabía que en cualquier momento la verdad se sabría pero no esperaba de esta forma.

—Lo siento, Santiago —suspira la mujer mientras ayuda a Carlos y le pide no continuar con la discusión.

Santiago la jala del brazo y la saca de allí, Carlos quiere ir tras ellos pero Cecilia le pide paciencia, es un tema que solo ella puede tratar.

—¿Qué fue eso? —pregunta él, lleno de rabia y de ira— Ese idiota solo quiere tu dinero, puedo entender que fue por los tragos y olvidar esto —él mismo no puede creer lo que está diciendo, en ese microsegundo se da cuenta que lo que siente por Cecilia va por encima de su propio orgullo, es capaz de perdonar una infidelidad por no perder la ilusión de tener una familia.

Cecilia agacha la mirada, tiene que tomar un poco de valor antes de decirle la verdad.

—No me quiero casar contigo, sé que el mundo se vendrá encima de mí, pero amo a Carlos —ella le entrega el anillo de compromiso, el mismo que un día le perteneció a la mamá de Santiago y que él le entregó el día que decidieron casarse. Cecilia sale corriendo de allí mientras deja a Santiago con todo su orgullo pisoteado.

—¿Qué pasa? Escuché los gritos —Tatiana sale de su habitación sin saber qué sucede, tenía miedo pero decidió salir al escuchar el llanto de su querida hermana.

Santiago la mira mientras agarra con todas las fuerzas el anillo.

—Tu hermana se ganó el peor de los enemigos —responde.