CAPÍTULO 2

Capítulo 2

Santiago mira a Tatiana de arriba a abajo mientras ella espera una respuesta del magnate que sale de allí dándole un pequeño empujón, está dolido y sobre todo su corazón está lleno de una rabia asesina. La idea que alguien lo reemplace le quema las entrañas, él se cree un partido que nadie desperdiciaría, así que lo que hizo Cecilia se vuelve una ofensa personal para él. No puede creer que Carlos, su primo tonto y pobre, le quitara a una de las mujeres más maravillosas que ha conocido.

Cecilia baja a la fiesta, le pide a su padre un momento para hablar a solas antes que el escándalo se desate.

—¿Ya vamos a elegir la fecha? —pregunta él mientras la mira fijamente esperando con una sonrisa la respuesta de su hija, Peter alucina con esta boda no solo por el gran cariño que le tiene a Santiago al que considera parte de su familia, sino porque a todas luces es un gran negocio para él.

—No, papá, tenemos que hablar en privado —dice agachando la mirada, Cecilia sabe que su padre se enfadará y decepcionara de ella.

Santiago baja furioso, y se acerca al padre y la hija.

—¿Ya le dijiste tu desfachatez? —la rabia con la que él se expresa no tiene límite, todos se dan cuenta que algo sucede en la pareja pero deciden disimular antes de convertirlo en la comidilla de la relación

Peter entra con los dos jóvenes a su estudio, una curiosa Tatiana se acerca a la puerta, la curiosidad la mata y quiere escuchar que sucede. Cuando terminó de consolar sus fantasías sola en su habitación escuchó algunos gritos, tenía miedo de salir hasta que escuchó el llanto de su hermana

—¿Qué pasa Santiago? ¿Por qué estás tan alterado? —Peter le da un golpecito en la espalda y éste no deja de mirar a Cecilia enojado.

—Yo le diré —dice Cecilia agachando la mirada—. Terminé con Santiago, no me quiero casar con él —la joven está decidida a labrar su propio camino, ya hizo mucho por su familia como sacrificar su propia juventud, que no piensa atarse a un hombre al que no ama, como debería hacerlo antes de una unión tan importante como lo es una boda.

Peter abre los ojos, no puede creer lo que escucha. Santiago no pierde la oportunidad para sacar los trapos sucios de Cecilia.

—Yo tampoco pienso casarme con una desvergonzada, tu hija es la amante de mi primo Carlos.

Peter siente un fuerte dolor en su pecho, la rabia, tristeza y decepción se convierten en un nudo. Sin pensarlo un segundo se deja llevar por sus impulsos y le da una cachetada a su hija rompiendo su labio.

Ella cae al suelo y llora humillada y derrotada, Peter le pide disculpas a Santiago por el terrible actuar de su hija.

—Esa aventura terminará de inmediato, por favor, medítalo —le pide el hombre a Santiago.

Santiago niega con la cabeza: —Ella no es la mujer que yo quiero para mí, me da asco de imaginar lo que ha hecho con él —se levanta enojado.

Cecilia llora mientras su padre la agarra de los brazos.

—Ahora mismo vas a arreglar esto —el hombre sufre un terrible dolor en el pecho que lo hace desmayarse.

—¡Ayuda! —pide Cecilia y Santiago de inmediato llama una ambulancia, Tatiana que escuchó todo entra para auxiliar a su padre.

El hombre ha sufrido un terrible infarto, la culpa sigue a Cecilia que espera en el hospital a qué él se recupere, está muy delicado de salud y sabe que ella es la culpable de ese impase.

Tatiana llora como niña pequeña acurrucada en una de las esquinas, su padre y hermana son todo lo que tiene, recuerda una y otra vez el día del accidente cuando su madre murió.

Santiago se acerca a ella y le ofrece un poco de agua, Tatiana se siente halagada, siempre ha estado enamorada de él pero se convirtió en ese amor platónico que ves desde lejos.

—Él va a estar bien y yo te cuidare —le da un beso en la mejilla mientras ella siente su mundo ponerse color rosa, él nunca la había determinado más que un simple saludo, ahora se preocupa por ella.

—Lamento lo que pasó con Cecilia, ella no es mala, quizás está confundida —suspira Tatiana mientras le da una suave caricia en la mano.

Santiago nunca había notado a la hermana menor, se acercó a ella pensando en sacarle la mayor cantidad de lágrimas a su exnovia, un día le juró a su padre que él jamás sería la burla de una mujer.

Cecilia llama a Carlos, le pide no ir pues no quiere más problemas con Santiago, el hombre está de acuerdo, no es el mejor momento para asistir.

Los médicos le informan que Peter se encuentra estable y que lo mejor es que descansen, el hombre sólo se quedará unos días para chequearlo, pero ya está a salvo. Tatiana abraza a Santiago y le agradece por lo que hizo.

—Después de lo que pasó, que nos hallas apoyado en este momento habla bien de ti, creo que no eres la víbora que dicen en todos lados —sonríe la chica mientras le da un beso en la mejilla.

Al llegar a casa, Cecilia sube a su habitación, no quiere ver la cara del hombre mientras Tatiana le invita un trago, ella no es experta y le llena el vaso grande de whisky hasta el borde, él sonríe al ver su novatada y le explica cómo debe servirlo.

—Deberías ayudarme con él —ella accede y le da un sorbo grande que de inmediato la hace poner sus mejillas rojas.

Hablan y charlan, él se porta más coqueto que de costumbre y ella se intimida, no está acostumbrada a que los hombres le digan que es hermosa, su instinto es tapar su cicatriz. Él le quita el cabello para ver su rostro, es verdad que Tatiana es una mujer hermosa pero aquella cicatriz es desagradable inclusive para Santiago que disimula lo que siente con una sonrisa falsa.

—Hoy..., te vi pensando en mí encima de la almohada —le susurra en el oído mientras le da un beso en el cuello.

Ella abre los ojos y se siente de inmediato avergonzada, pensaba que sus fantasías y sueños sólo se quedarían en su habitación.

—Es otro Santiago —intenta mentir inútil mientras mira para todos lados evitando tener contacto con sus ojos.

Él la toma del mentón, la acerca tanto a él que ella puede sentir su aliento con aroma a alcohol. Cierra los ojos pensando que la besará, que ese sueño de su cabeza se hará realidad, pero el sólo le da un beso en la mejilla.

—Ya me tengo que ir, esta noche haz lo mismo pensando en mí y quizás yo haga lo mismo pensando en ti.

Tatiana siente que su corazón late sin control, sube a su habitación y siente que todo está lleno de mariposas, no puede creer que un hombre como Santiago vea en ella algo sensual. Al subir ve a Cecilia besándose con Carlos.

—Saca a este hombre de aquí, por su culpa papá está en el hospital —cruza los brazos intentando hacer entrar en razón a su hermana.

Ella niega con la cabeza: —Sólo ve a dormir —le pide mientras entra a su habitación con Carlos.

Cecilia siente un amor desenfrenado por aquel joven que empieza a besar su cuello.

—Estoy lista, quiero que me hagas el amor —le pide ella mientras sus ojos siguen llenos de lágrimas, quiere sentirse amada, pues después de lo que pasó siente que es una mala persona.

El obedece, la desnuda rápidamente y la lleva a la cama. Carlos es delicado a la hora de tomarla y la convence de no usar protección pues quiere sentirla, ella se deja llevar y aunque es doloroso el momento pasa a ser el más maravilloso de la vida de Cecilia.

—Gracias por este momento maravilloso —dice ella, que lo abraza esperando que él le dé un beso de amor.

Carlos se separa de ella y se empieza a vestir rápidamente, Cecilia lo toma de la mano.

—Puedes quedarte, quiero que te quedes a mi lado.

—Voy a ser directo contigo, sólo quería que me dieras tu virginidad para burlarme del idiota de Santiago —Carlos se levanta y se mira en el espejo con cara de triunfador.

—¿Qué estás diciendo? —Cecilia siente un fuerte dolor mientras se cubre con la sábana.

—Él siempre ha sido mejor que yo, pero lo único que su cochino dinero no pudo comprar fue la primera noche contigo, esa ya es mía y haga lo que haga no va a poder hacer nada. No te amo, Cecilia, sólo fuiste la herramienta para vengarme de las humillaciones de ese idiota —Carlos se va de la habitación dejando a Cecilia derrotada por completo.

Mientras tanto...

Santiago llega a su casa, quiere descansar después de uno de los peores días de su vida. Suspira pensando en Cecilia y su traición, jura que le cobrará toda la rabia que siente en su corazón a través de Tatiana.

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