Sentí que Herrera no bromeaba. Atrapada en mi propia red de ambiciones y trampas, incapaz de ver más allá de mis necesidades inmediatas y la posibilidad de perder el control sobre aquellos que había manipulado durante tanto tiempo, asentí.
—Está bien, me quedaré a tu lado si en verdad dices que puedo quedar vulnerable.—De acuerdo, vamos a informarle a los demás y trata de deshacerte de Morgaine. Esa mujer no es buena tenerla cerca, Amaya —me dijo muy serio mientras echábamos a andar.Las palabras del doctor Herrera no eran solo un consejo médico, sino también una advertencia sobre las terribles cosas que se avecinaban por culpa de ese golpe que yo misma había pedido que le propinara Daniel. ¡Maldita Ivory Cloe, todo era su culpa! ¿Por qué no pudo comportarse como cualquier otra novia en su lugar habría hecho? Debí atraparla y encerra