AMELIE:
Ilán, con una expresión de determinación y preocupación, miró con reproche a Amelie y respondió con voz firme:
—Y la sabrás, pero no así —declaró. En un movimiento inesperado, me tomó en sus brazos y se dirigió hacia el interior de la vivienda, dejando a Amelie desconcertada y al resto del grupo en un silencio tenso.Una vez que desaparecimos de la vista, Stefanos se volvió hacia mí, su rostro reflejando una mezcla de incredulidad y reproche.—¿Cómo se te ocurre enseñarle ese video? —cuestionó, lleno de frustración—. Ese día no fue feliz. ¿Olvidaste la trampa que le tendió su suegra? Visiblemente afectada por la reacción de mi amigo, ya que no pensé que causaría ese efecto, intenté defenderme:—Lo edité &m