~Analía~
Salir a divertirme se convirtió en una buena distracción, la paso bien con los amigos que he hecho y con todo lo que me puede brindar la noche. Lo que antes no conocía, ahora me gusta porque me saca un lado sensual que no conocía y me encanta, me gusta sentirme bonita y deseada; Lo que antes no tenía, ahora me sobra.
Cada canción es como si atravesara mis venas y me hiciera moverme con más sensualidad, como si la música viniera incrustada en mí y me hiciera sentir que puedo bailar al ritmo que yo quiera y como me dé la gana.
Estamos bailando entre todos, la música se detiene y aparece un hombre en el segundo piso con un micrófono.
—¡Qué dice la gente…! —masculla en un tono de saludo—. La noche se está acabando, y sería una lástima irnos sin hacer el reto de “ron en boca” —todos comienzan a celebrar—. La mayoría debe saber en qué consiste el juego, se debe tener pareja y disparar alcohol con una pistola hasta ver cuánto aguanta, si cae, pierde, y gana el otro grupo. Sí hay em