El niño volvió a recostar su cabeza a un lado del pecho de su papá para seguir escuchándole.
—En Grecia, ellos tuvieron una hija. Y esa dulce hija, muy bonita, al crecer, muchos eran los ojos que la veían. Qué hermosa era, todos querían conquistarla, pero su padre ya tenía planes para ella. Como en