Él suspiró. Colocó sus manos en jarras y miró a su alrededor, a nada en específico, antes de volver a mirarla.
—Pilar, me has gustado desde que te conocí. —Ella detuvo su respiración, un solo segundo nada más—. Tú para mí, eres... —pasó las manos por su cara y se acercó a ella— eres la mujer más va