—Hey, ¿qué pasó, princesa? —Tocó su frente, colocó sus labios sobre su mejilla y su cuellito, acariciando a su pequeñita con su rostro recién afeitado—. Está bastante caliente. Ya esto ha sucedido varias veces, ¿cierto?
—Sí, señor Embert, pero estaba mejor. Debo darle el medicamento, con él se pond