Samantha observaba con emoción a Matthew.
—¿Me dirás a dónde vamos? — Matthew sonrió al verla como una niña pequeña.
—Bueno, iremos a dos lados, y serán en Italia — a Sam le brillaron los ojos.
—¿Cuáles? — Matthew se carcajeo.
—¿No te vas a quedar solo con que vamos a Italia? — Samantha negó con la cabeza. — Iremos a la Toscana y luego a Liguria, estaremos rodeados de naturaleza, tranquilidad y belleza natural. — Samantha pegó un grito de emoción y se subió en el regazo de su ahora esposo.
—Eso me gusta, gracias. —Matthew la abrazo por la cintura y la pegó más a él.
—No ha sido nada, solo quería sorprenderte. — le dio un pequeño beso en sus labios.
—Y lo has hecho, me