Valeria leyó aquella notificación y sintió que el pecho le iba a estallar de la alegría. Gritó, saltó, se colgó del cuello de Nick y lo besó sin importarle que los estuvieran viendo.
—¡Por fin! ¡Dios! ¡Una buena noticia! —exclamó mirando al cielo y Nick la abrazó por la espalda, besando su cabeza m