Marilyn sentía que le sonaban los oídos, como si tuviera un largo y estridente silbato de tren en los oídos.
—¿Tu qué? —balbuceó.
—Mi hermanito, Meli me dijo que había pasado la prueba para traerme uno —escuchó decir a su hija con seguridad—. ¡Ya quiero saber cuándo va a llegar!
La mujer miró a t