—¿Se la llevaron? —Nathan sintió un escalofrío—. ¿Cómo que se la llevaron, quiénes?
—Dos policías. Vinieron en la mañana temprano, dos mujeres venían también, dijeron algo de deudas y se llevaron a Meli esposada.
Nathan apretó los puños y sus dientes rechinaron de la rabia. Sacó su teléfono y most