Norma se retiró de la mansión tan rápido como pudo, ella no tenía ningún interés en cruzarse con Bianca, quien no asomó ni su sombra, mientras ella mantenía la charla con Ricardo, el famoso empresario, después de que su amiga lo dejó, aprovechó para revisar el sobre que ella le había entregado, la expresión de su rostro cambió por completo, en ese sobre, encontró la dirección de Paulo, y algunos otros datos mas, que daban a enteder, que su ex mujer, mantenía una relación a escondidas con aquel hombre
Ricardo se levantó de ese asiento, furioso, pegó fuertemente con su puño derecho en el respaldo del sofá –mentirosa–gritó, el mayordomo que estaba cerca, lo miró con preocupación–señor, está usted bien –le preguntó Alfred, cuan fiel servidor siempre estaba presto a escucharlo
–todo bien, Alfred, nada que no pueda solucionarse
–algun relajante para tomar–sugirió el mayordomo
–no, mas bien, necesitaría algo mas fuerte, pero, esta todo bien Alfred, no se preocupe–agregó Ricardo dándole