|Pasaron los días|
Casi se celebraba el primer año luctuoso de Josué y las niñas estaban a punto de comenzar el nuevo ciclo escolar.
¡Marian! ¿Dónde estás? – buscaba el tío Antonio a la chica dentro de su casa-
¡Aquí estoy en el cuarto tío! ¡pasa! – respondió Marian –
Es que estoy costurando los botones del uniforme de las niñas, luego se le caen si no los refuerzo – dijo la chica –
Gely y Rossane se encontraban jugando en la salita que daba a la calle y Marian desde su cuarto las miraba
¡Ve hija! ¡Te vine a entregar este documento! Sabemos que ahora en unos días más Josué va cumplir ya un año desde que falleció; y por eso hemos esperado para hablar contigo, ahora que se celebre su cabo de año pues tendrás que irte de aquí.
Al morir Josué todo esto ya le queda a tu tía como la única hermana de él.
¡No te estamos pidiendo que te vayas inmediatamente! ¡pues estas con las niñas! Y suponemos que te regresarás a casa de mi hermano, pero pues al no estar Josué aquí, ya no necesitas estar en