Mundo ficciónIniciar sesiónPOV: DAIMON
— ¿Puedes bajarme, hombre de las cavernas? — gruñó entre dientes, retorciéndose sobre mis hombros como si pudiera obligarme a soltarla.
Resoplé con una risa ronca, sin ninguna prisa por complacer su petición. Pero, como mi paciencia con la pequeña Humana siempre ha sido limitada, la bajé bruscamente y, con un giro firme, la inmovilicé contra el pilar de piedra en el corredor que llevaba al jardín.
Sus ojos se alzaron hacia los míos. Dorados. Brillantes. Ardiendo con ese tono amarillento típico de la loba que danzaba bajo su piel. Predatoria. Hermosa. Y completamente irritada.
— ¿Por qué hiciste eso? — escupió las palabras, jadeando con la rabia contenida.
Acerqué mi rostro al suyo, sintiendo su aliento caliente golpear mi piel. Sentí su pech







