POV: DAIMON
Me agaché y recosté a Airys con cuidado sobre el suelo cubierto de hojas húmedas. Su cuerpo estaba frágil, frío. Los ojos de los trillizos se abrieron de par en par. Theron frunció el ceño de inmediato, la expresión cerrada.
Sin decir nada más, guardé silencio.
El estallido de la transformación fue seco, brutal. Sentí las heridas abrirse de nuevo, la sangre correr caliente por los costados de mi lomo. Las patas se clavaron en el suelo. El cuerpo se estiró, más pesado, más resistente, aun con el dolor.
Rechiné los colmillos, pero mantuve la postura firme.
No podía caer.
No ahora.
— Empujad a vuestra madre sobre mi lomo. Subid también. Vamos a movernos rápido. — ordené, la voz saliendo en una