— ¿Por qué está pasando esto? - La voz de Sophie era como un susurro cargado de confusión y dolor.
Inconscientemente, acercó su hocico al cuello del Alfa, enviando escalofríos por todo su pelaje. Una mezcla de deseo y necesidad de poseerla lo dominó. La loba frente a él acababa de experimentar una transformación, no había perdido su racionalidad, un proceso diferente a todo lo que el Rey Laycan había visto.
Ella había sido prometida por su Diosa a él. Sus efectos ya eran notables; él estaba haciendo un tremendo esfuerzo para no reclamarla. Era demasiado pronto; aún tenía que comprender lo que había llegado a ser, debía ser entrenada para controlar su transformación y luego aceptarlo como su compañero.
Ante sus ojos, sabía que no sería una tarea fácil, pero el desafío de conquistar a su presa era tentador.
— ¿Por qué fui maldecida? - La pregunta de Sophie tomó al Alfa por sorpresa, sacándolo de sus oscuros pensamientos. Su voz sonó como un lamento, cargada de tristeza.
Recogiendo s