— Venga Aaron, átame, pegame y follame, no sabes cuanto te deseo — le decía Denise, lamiendo los labios de mi marido
— Largate a tu dormitorio, estoy casado y amo a mi esposa, no me la voy a jugar con ella por un capricho tuyo, déjame tranquilo Denise — escuche decir a mi marido
— Aaron yo te amo, hazme tuya solo una vez, me gustaría sentir tu furia en el látigo azotando mi duro trasero ¿no te gusto? mirame y dime si te disgusta mi desnudo cuerpo — le dijo Denise, fijandome que en verdad estaba completamente desnuda
— No voy a tocarte, será mejor que vuelvas al dormitorio con mi hijo — contestó el
.--- !! NO ¡¡ te deseo y se que tu a mi tambien, lo se por la forma en que me miras, sobre todo mis pechos cuando no llevo el sujetador, ¿ves,? ya tienes la polla dura, no lo niegues Aaron me deseas — le dijo, mientras ella le acariciaba con la mano por fuera de su pantalón
—- Dejame por favor, vete ya de aquí – le dijo Aaron levantando un poco su voz
— ¿No te gusta mi cuerpo? dime que no s