POV Emilia.

—…Los declaro marido y mujer.

Fin del flashback.

—¿¡Me casé con el Ruso!? —mascullo entre dientes, sintiendo cómo el estómago se me revuelve. Mis ojos están tan abiertos que me arden.

"¿Qué hice, por Dios?"

El corazón me late tan fuerte que lo escucho en los oídos.

Lo peor de todo es que yo fui la artífice de esta locura.

Nadie me obligó.

Nadie me arrastró.

¡Peor aún! Yo se lo propuse.

Él debió drogarme. Tiene que haberlo hecho. Yo no estaba en mis cinco sentidos. Ese matrimonio no puede ser válido. Siento una punzada en el pecho.

"¿Por qué hice esa locura?"

Seguro firmé con la mano equivocada.

Eso no cuenta, ¿verdad?

Baza tiene que ayudarme a anularlo.

Él debe conocer alguna ley que me salve de este desastre. Mi garganta se cierra. Trago saliva con dificultad. Tiene que haber algo que me salve.

Tengo que salir de aquí. Ya. Y tratar de poner mi cabeza… y mi vida, en orden. Pero el suelo parece inclinarse bajo mis pies. Todo me da vueltas. Como si el cuarto girara… como un